Las 3 etapas del suicidio
- Silvia Reyes
- 11 sept 2018
- 3 Min. de lectura
El suicidio no es un evento que ocurre en un momento determinado, ni de forma repentina, impredecible o inevitable, sino que es el último paso de un proceso más complejo prolongado en el tiempo.
En este sentido, Adina Wrobleski, una gran investigadora comprometida con comprender mejor y reducir el impacto del fenómeno suicida, afirma que “el suicidio es una conducta que varía en grados. La conducta suicida es un continuo del 0 al 100, en donde el 100 es la muerte. Toda conducta por debajo del 100 es un intento desesperado de encontrar otras soluciones que no sean la muerte”.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, urge visibilizar este fenómeno como un grave problema social y de salud pública. A continuación, te comparto en qué consiste el proceso suicida y puedas así identificar sus diferencias: ideación, conducta y acto.
Ideación suicida
Se fantasea acerca de qué pasaría si se llegara a morir y cómo reaccionarían familiares y amigos al enterarse de la noticia. La idea de morir surge en forma progresiva, recurrente y casi obsesiva, en donde los intentos previos para encontrar una solución a los problemas han fallado. Antes de llegar al punto límite en el que no se encuentra otra salida, la persona se muestra ambivalente ante la idea de morir, es aquí cuando se trabaja con la prevención para evitar un desenlace fatal.
Conducta suicida
La idea empieza a tomar forma y poco a poco a concretarse en acciones planificadas del cuándo, cómo y dónde podría quitarse la vida; las cuales comúnmente son vistas por las personas cercanas al suicida una vez consumado el acto. Cuando existen algunas de estas conductas y se corre el riesgo de un intento suicida, es momento de realizar una intervención clínica y psicológica.
Afirmaciones de impotencia, soledad y desesperanza (“Nada de esto tiene solución, nunca podré ser feliz”)
Insinuación o afirmación de la intención suicida (“Todos estarían mejor sin mí”)
Cambios drásticos de ánimo (irritabilidad, apatía, pesimismo)
Pérdida de interés en cosas que antes le eran importantes
Despedidas: visitas o llamadas inesperadas a familiares y amigos
Deseo súbito de arreglar asuntos pendientes (testamento, cumplir un deseo, regalar objetos de valor)
Buscar acceso a medios para hacerse daño (acumular medicamentos, acceso a armas, visitas a lugares atípicos)
Intenso dolor emocional o físico
Consumo de sustancias y conductas autolesivas
Intentos previos de suicidio
Acto suicida
Es el momento culminante de la crisis suicida, en la que de forma voluntaria e intencional se busca quitarse la vida. Si el acto resulta en un intento fallido, es prioritaria la atención médica y la estabilización física antes que la intervención psicológica, ésta vendrá en un segundo momento para darle sentido a lo ocurrido. Si el acto suicida se consuma, provoca una serie de secuelas severas en los sobrevivientes, como puede ser una mayor probabilidad de conductas suicidas o desarrollar un duelo patológico, es por eso que se recomienda trabajar con ellos la posvención, función terapéutica enfocada a la contención emocional, elaborar el duelo por la pérdida y la búsqueda de sistemas de apoyo para liberar la culpa por lo sucedido.

Ayúdame compartiendo esta valiosa información para que más personas aprendamos a detectar las señales del suicido y conseguir así, ayuda inmediata.
Si algo de esto te está pasando a ti o a algún ser querido, no dudes en ponerte en contacto conmigo, juntos podemos encontrar una solución para aliviar tu malestar.
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