Las 4 lecciones de Buda para decirle adiós al sufrimiento
- Silvia Reyes
- 18 sept 2018
- 6 Min. de lectura
El día de hoy quiero platicarles que hace dos semanas me fui de museos con un cuate y quedé totalmente encantada con la exposición “Las huellas de Buda”, la cual estará hasta finales de octubre en el Museo Nacional de Antropología exhibiendo 250 piezas originarias de 17 países asiáticos como Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. La muestra no sólo está conformada por instrumentos rituales, esculturas de Buda, imágenes de papel, madera y mármol, sino que también funge como diálogo para comprender un poco más la compleja cosmogonía y sabiduría budista.
Encuentro tremendamente educativa la exposición pues, además de que nos explica de qué se tratan los términos budistas como dharma, nirvana y samsara (para no andar hablando de ellos nomás a lo güey), también se encarga de transmitir las valiosas reflexiones de vida de esta doctrina filosófica que va teniendo cada vez más adeptos a nivel mundial. ¡Con decirles que hasta tiene un espacio acojinado para hacer una mini meditación guiada! Me cae que lo único que faltó fue beber un té verde para que la experiencia fuera redonda, yum. :9
Dicho el comercial, ahora les contaré que después de esta expo me quedé reflexionando que Buda bien podría ser considerado un terapeuta profesional debido a las similitudes entre sus enseñanzas y los objetivos que se persiguen a grosso modo dentro del consultorio (en historias de duelo, sistema de creencias en torno a la muerte, dificultad para adaptarse al cambio, modificación de patrones de pensamiento, conducta y de relación, etcétera, etcétera). A continuación, les comparto cómo su forma de ver las cosas puede sernos de gran utilidad para no andar sufriendo y agarrarle, para variar, un poco más de gustito a la vida.

Foto de la exposición tomada de internet
La fascinante leyenda de Siddharta Gautama (el Buda histórico que tenemos presente en el imaginario colectivo) cuenta cómo al conocer por primera vez la enfermedad, la vejez y la muerte como condiciones fundamentales de la existencia, renunció a una vida de opulencia y a su puesto como sucesor de rey para después convertirse en un guía espiritual en busca de verdad.
Verdad que alcanzó con la "iluminación" tras un período meditativo de 49 días debajo del árbol de Bodhi, en el que tuvo una lucha interior en contra del apego, la ira, la ignorancia y las pasiones sensuales que se le presentaron en forma de espíritus malignos para desviarlo de su camino; sin embargo, con eso sólo lograron que alcanzara un estado de concentración mucho más profundo, y así, el pleno despertar de la conciencia.
Una vez bien despierto, pasó varias semanas cerca de este árbol absorbiendo y asimilando el impacto que había significado esta experiencia trasformadora para concentrarse después en transmitir sus enseñanzas a una comunidad cada vez más creciente de monjes durante 45 años hasta el día de su muerte.
Estas enseñanzas están congregadas en "Cuatro Nobles Verdades", fundamentos de la filosofía budista que servirían como antídoto básico contra la ignorancia y el sufrimiento de la humanidad (porque él ya sabía que hasta para las pequeñas cosas hacemos un drama telenovelesco). Chequen entonces de qué va la cosa:
1. La verdad del sufrimiento [Dukkha]
Reconoce que el sufrimiento forma parte de la vida; pues nacer es sufrir, enfermarse es sufrir, envejecer es sufrir, morir es sufrir, lo que nos une con lo desagradable es sufrimiento, la separación de lo que nos es agradable es sufrimiento y básicamente no obtener lo que queremos también es sufrimiento.
Ejemplo: Las desgraciadas crisis que se viven cuando se cambia de década; como a los 30 años cuando uno se cuestionan los logros alcanzados.
2. La verdad sobre el origen del sufrimiento [Samudaya]
El sufrimiento tiene una causa y ésta es el deseo y el desarrollo de los más variados ‘apegos’ por aquello que en esencia es transitorio. Buda se explicaba esta atadura en medida que desconocemos que todos los fenómenos están en constante cambio y nos aferramos inútilmente a que las cosas permanezcan igual.
Ejemplos: Los padres que experimentan sentimientos de tristeza, soledad y abandono cuando los hijos se van de casa para construir su vida de forma independiente.
Cuando la mayor rebanada del pastel de nuestra vida se lo lleva la pareja y, si esta relación termina, se sufre porque ahora no se sabe qué hacer con lo que queda.
3. La verdad sobre el cese del sufrimiento [Nirodha]
Es posible cesar el sufrimiento al conocer la naturaleza de los deseos, la sabiduría que trae consigo renunciar y liberarse de él de forma total y desapegada. Así, se dice que esta renuncia tiene que ser una experiencia personal, pues no todos deseamos ni necesitamos renunciar a las mismas cosas.
Ejemplo: Cuando se renuncia a la idea de que el amor por la pareja puede cambiar la violencia en la relación.
4. El camino que conduce al cese del sufrimiento [Magga]
Buda no sólo nos aventó la verdad sobre el sufrimiento para que nos hiciéramos pelotas, sino que también identificó un método útil para poder cesarlo. A esta práctica la llama el “Noble Camino Óctuple” y se trata de 8 factores complementarios entre sí que deben ser desarrollados de forma simultánea, los cuales a su vez están inscritos en tres categorías básicas: sabiduría, conducta ética y entrenamiento de la mente :
Sabiduría: es la búsqueda de conocimiento trascendental y el desafío de creencias erróneas sobre la vida.
1. El sendero de la visión o la recta comprensión: que habla acerca de desarrollar una visión clara y profunda acerca de las cosas que decidimos para nuestra vida.
2. El sendero de la emoción o recto pensamiento: implica canalizar correctamente el pensamiento con lucidez, desapego, compasión y sabiduría.
Conducta ética: busca cambiar patrones de comportamiento insanos o poco provechosos.
3. El sendero del habla o las rectas palabras: se trata de cultivar una comunicación más afectuosa, útil, armoniosa y que fomente la colaboración con los otros.
4. El sendero de la acción o la recta acción: es la conducta noble, ética y compasiva en la que se tiende a cooperar y a tomar en cuenta al otro.
5. El sendero de la subsistencia o los rectos medios de vida: se refiere a desarrollarnos y ganarnos la vida de forma lícita, honesta y sin perjudicar a los demás.
Entrenamiento de la mente: trata sobre cómo el practicante budista (o no) puede ir transformando la actividad de su mente, sus emociones y la forma de ver la realidad.
6. El sendero del esfuerzo o el recto esfuerzo: es cuando intentamos desarrollar y mantener nuestras virtudes mientras prevenimos o erradicamos los obstáculos que se presenten, tales como el deseo, el odio, la ansiedad, la pereza y la duda.
7. El sendero de la atención consciente o recta atención: implica la observación atenta y ecuánime de nuestro cuerpo, mente y sensaciones que cambian continuamente.
“A través de la atención consciente en las cosas nos liberamos del velo de la subjetividad. La atención en uno mismo purifica nuestra energía psíquica. La atención en los demás nos estimula. Finalmente, la atención en la realidad nos trasmuta, nos transfigura y nos transforma”. (Sangharakshita)
8. El sendero de la meditación o la recta concentración: es el paso final del noble sendero, y requiere el equilibrio entre nuestra intención espiritual, la focalización, la disciplina mental, la energía y la atención. Cultivar estos estados mentales de forma constante a través de la meditación es la manera de llegar a la iluminación.

"A young monk runs along the wall over his peers at the Shaolin Monastery" en China. De Steve McCurry

"Monk Meditating in Monastery" Sakya, Tibet. De Steve McCurry
Como vemos, en el budismo el despertar personal no es exclusivo para seres "divinos" o extraordinarios, sino que está al alcance de todos nosotros, ya que implica reconocer que así como existe el sufrimiento, también hay maneras de poder erradicarlo de nuestra vida echándonos un clavado consciente hacia nosotros mismos y trabajarlo todos los días con ayuda de la meditación, algo que impactará necesariamente en nuestra relación con los otros.
Y ojo, no es cosa que nada más avale el budismo, a través de diversas publicaciones científicas, profesionales de la salud como neurólogos, psicólogos y psiquiatras se han interesado en documentar los múltiples beneficios que provee el meditar: como el mantener sano el cerebro, disminuye el estrés, desarrolla mayor tolerancia al dolor, fortalece el sistema inmunológico y potencializa los pensamientos positivos sobre los negativos.
Finalmente, ya sea que tu intención sea alcanzar o no la budeidad, llevar a cabo alguna o todas las recomendaciones de Buda puede ser una importante pieza en tu caja de herramientas para la vida diaria. Personalmente, practicar de forma regular los mudras meditativos me ha ayudado no sólo a bajarle mil rayas a la ansiedad, sino también a habitarme de una forma mucho más cuidadosa, chamba que a su vez fortalece mi propio proceso terapéutico.

Foto tomada de internet: Buda Tian Tian, Hong Kong, en posición de Abhaya mudra, que simboliza protección, paz, benevolencia y disipación del miedo.
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https://www.budismo-valencia.com/budismo/camino-octuple
https://news.harvard.edu/gazette/story/2018/04/less-stress-clearer-thoughts-with-mindfulness-meditation/
https://www.psychologytoday.com/us/blog/feeling-it/201309/20-scientific-reasons-start-meditating-today
https://www.comunidadkundalini.com/kundalini-yoga/mudras/
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